CREAR UNA CULTURA DE RECONOCIMIENTO

¿Cuándo fue la última vez que agradeció a alguien por la buena labor desarrollada o un logro obtenido? Vivimos en una cultura de afanes y de urgencias, donde es difícil distinguir lo importante de lo urgente, las exigencias diarias y las ocupaciones del día a día, hace que olvidemos dar las “Gracias”.

Estamos inmersos en un mundo donde nos enfocamos en las “oportunidades de mejora” y cuando hacemos una retroalimentación revisamos los aspectos negativos o débiles y hacemos planes concretos de mejora. Pero al igual que la medicina, también podemos ir por el camino de prevención y no de reparación.

Es por esto que el día de hoy quiero darle algunos consejos para implementar una cultura de reconocimiento en su empresa, logrando generar una cultura alegre, llena de confianza y comunicación asertiva que se enfoque en el resultado deseado.

1. Sea específico.
El reconocer que alguien hizo un trabajo bien hecho, no es suficiente, es importante resaltar cual fue la labor que se desarrolló para obtener el resultado deseado. El ser específico también es necesario cuando se da una retroalimentación correctiva.

Eje.: Manuel, te felicito por haber logrado culminar la implementación del sistema de facturación antes de lo programado, hemos podido generar un ahorro importante y procesar las facturas sin errores, nuestros clientes y el área de cartera están muy contentos.

2. Oportunidad.
Uno de los elementos más importantes es hacer la retroalimentación en forma oportuna, pues se tiene el recuerdo presente de la labor o el logro obtenido. Es más reconfortante recibir un elogio en forma oportuna que una gratificación mucho tiempo después.

Adicionalmente, el hacer una retroalimentación positiva oportuna permite crear el hábito de reconocer a nuestros colaboradores de las distintas labores desarrolladas.

Cuantas veces, el equipo de ventas no se enfrenta a un estrés importante para llegar a las metas deseadas, o el equipo contable desarrollando el cierre de fin de mes, así con cada área de la organización y en la mayoría de las ocasiones damos por hecho estos importantes esfuerzos.

3. Personalice.
La palabra más linda para cada persona es su nombre, por lo que es importante personalizar el agradecimiento, bien sea verbal o escrito. Así como en el colegio de nuestros hijos, recibimos notas de felicitación por los logros obtenidos, pasa lo mismo en las organizaciones. Se crea una cultura de confianza y respaldo mutuo cuando se dan las gracias.

Tómese el tiempo y de el primer paso agradeciendo por hechos reales y concretos, luego permita que su equipo siga su ejemplo, de esta forma comenzará a crear una cultura de reconocimiento y colaboración.

4. Alabe en público y corrija en privado.
Aunque parezca lógico, he presenciado situaciones donde se hace, al contrario.

Use las reuniones de gerencia para agradecer públicamente, especialmente a las personas distintas al equipo, invítelas a la reunión y haga público el logro obtenido, tiene un doble efecto, el agradecimiento y reconocimiento frente al equipo de gerencia. Crea una sensación de confianza y satisfacción mayor al ser reconocido frente a sus superiores.

Desarrolle una reunión con cada persona de su equipo directo, por lo menos cada dos meses, de forma que le permita dar una retroalimentación en privado y conocer los detalles de su desempeño. Esto hará que evite sorpresas y construya una relación de largo plazo basada en la confianza.

Espero que estos consejos le permitan consolidar un cambio de la cultura organizacional generando mayor confianza, fortaleciendo las comunicaciones y desarrollando un ambiente de cordialidad.